Los chimes o campanadas que se escuchaban desde la torre de la capilla han sido una referencia para la comunidad del Seminario y para los vecinos de los alrededores. Una señal de la presencia del Seminario en esta ciudad de Matanzas. Pero lamentablemente desde hace alrededor de un año se ha silenciado el mecanismo para llamar a los servicios de oración en la capilla «La Resurrección» y a otros eventos académicos. Desgaste por obsolescencia y roturas del sistema de audio impiden hasta hoy amplificar el sonido familiar de los chimes.
Rogamos a Dios que podamos contar con las facilidades necesarias para que el punto más elevado de nuestra amada institución recupere otra vez su función de puente de comunicación y símbolo de espiritualidad, que nos llama a buscar la presencia de Dios.
«Dios es como una alta torre; hacia él corren los buenos para ponerse a salvo.» (Pr 18,10)

